rehipotecar una vivienda

Rehipotecar una vivienda: cómo se hace y qué debes tener en cuenta

Para muchas personas, rehipotecar su vivienda puede convertirse en una buena manera de sanear sus cuentas en momentos de necesidad económica. Con todo, estamos ante una alternativa de financiación a la que sólo pueden acceder ciertos consumidores y que, a su vez, conlleva ciertas desventajas.

Rehipotecar una vivienda es posible y, además, es una opción que escogen muchas personas para obtener liquidez de forma rápida. 

Se trata de una operación que consiste en cancelar un préstamo y contratar uno nuevo sobre el mismo activo. Esta hipoteca incluye el importe que aún se tiene pendiente de pago junto con el capital extra que se quiere añadir. Además, se pueden revisar y cambiar las condiciones: pasar de un tipo variable a fijo, modificar el plazo de amortización, etc.

Normalmente, se rehipoteca una vivienda con el objetivo de afrontar un imprevisto económico y/o cumplir uno de estos tres objetivos:

  • Adquirir un segundo activo inmobiliario.
  • Emprender un proyecto empresarial.
  • Sufragar el coste de una reforma (en función de la magnitud de la obra que se quiera realizar, las condiciones de una hipoteca son más beneficiosas que las que tiene un préstamo personal).
  • Reunificar varias deudas en un sólo préstamo para pagar una cuota.
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En teoría, cualquier persona que sea titular de una hipoteca puede solicitar esta operación a su entidad financiera. Sin embargo, esto no quiere decir que el banco dé el visto bueno a todas las peticiones de rehipoteca. A la hora de tomar una decisión, tendrán muy en cuenta el perfil de solvencia del cliente. 

¿Qué proceso debo seguir para rehipotecar mi vivienda?

rehipotecar vivienda

El proceso de rehipotecar una vivienda consta de tres fases. A continuación, te explicamos brevemente en qué consisten cada una de ellas.

En primer lugar, como ya hemos comentado, el banco deberá evaluar la operación y decidir si cumples las condiciones para cancelar tu hipoteca y solicitar una nueva. Para hacerlo, la entidad se fijará en el estado de tu préstamo actual, en tu nivel de endeudamiento, en tu historial crediticio y en tu solvencia y estabilidad laboral.

En segundo lugar, una vez que el banco haya aprobado la rehipoteca, procederá a cancelar el préstamo antiguo. En esta fase, es muy probable que debas abonar ciertas comisiones asociadas a la amortización del crédito.

Por último, se te concederá la nueva hipoteca. En este caso, los gastos asociados serán los comunes a cualquier tipo de préstamo hipotecario.

Inconvenientes y riesgos de rehipotecar una vivienda

Aunque rehipotecar una vivienda es una forma sencilla y rápida de conseguir liquidez y permite unificar deudas en un único préstamo, estamos ante una operación que puede conllevar ciertas desventajas.

Por ejemplo, si tu objetivo es conseguir financiación adicional y aún no has acabado de pagar tu hipoteca, tendrás que abonar la comisión por amortización anticipada, los gastos de la escritura de cancelación, y la anulación de la carga en el registro, así como los posibles gastos de gestoría. Además, a la hora de solicitar el nuevo préstamo, deberás pagar la comisión de apertura y la nueva tasación de tu vivienda.

Por otro lado, para decidir si en tu caso merece o no la pena esta opción, recuerda que el tipo de interés y las condiciones de tu nuevo préstamo podrían ser más exigentes que en una hipoteca normal. Ten esto en cuenta y compara ofertas de diferentes entidades financieras.

¿Existen alternativas a la rehipoteca?

La respuesta a esta pregunta es sí, por supuesto. Una de las principales alternativas es la ampliación de la hipoteca. Este trámite consiste en acordar con el banco la modificación de algunas condiciones del préstamo: cuantía, tipo de interés, plazo de amortización, etc. Otra opción es pedir un periodo de carencia a la hipoteca, que puede ser total o parcial.

De todas maneras, a la hora de decantarte por una u otra opción, te recomendamos que consultes a un experto para que te aconseje antes de solicitar la rehipoteca de tu vivienda, ampliar el préstamo o iniciar un periodo de carencia. Él te ayudará a hacer números y a decidir qué es lo que más te conviene según tu situación económica actual.