Cuando el tipo básico del Euribor alcanza mínimos históricos, muchos compradores de vivienda empiezan a preguntarse si las hipotecas a tipo fijo siguen mereciendo la pena. Después de todo, ¿por qué fijar un tipo de interés durante un periodo de tiempo cuando se puede obtener un tipo variable más barato? Contratar una hipoteca a tipo fijo significa que se sabe exactamente a cuánto ascenderán las cuotas de la hipoteca durante los próximos años. Sin embargo, como su nombre indica, esto tiene el coste de la flexibilidad. Si los tipos de interés del mercado bajan, no se beneficiará de unas cuotas hipotecarias más baratas y, si suben las hipotecas a causa de un aumento del euribor, tendrá dificultades para seguir pagando. No obstante, hay muchas buenas razones para optar por un tipo fijo en lugar de una hipoteca variable. A continuación, veremos algunos aspectos que debe tener en cuenta si está pensando en obtener una hipoteca fija frente a una variable.
Por qué deberías contratar una hipoteca a tipo fijo
No importa lo reacios que sean al riesgo o lo mucho que les disgusten las sorpresas, las personas con una hipoteca a tipo fijo siempre pueden predecir cuánto van a pagar cada mes. Sus pagos nunca cambiarán en función de las fluctuaciones del índice Euribor. Siempre pagarán la misma cantidad y no se verán afectados por futuras subidas. Puede evitar que una futura subida del Euribor altere la economía de su hogar si contrata una hipoteca fija. La seguridad viene acompañada de un precio más alto. También tiene un precio. Pagarán cuotas más altas al principio, ya que el interés de partida es más alto en la modalidad de interés fijo, pero los plazos de amortización serán más cortos.
Quiere seguridad
Una de las mayores ventajas de una hipoteca a tipo fijo es que ofrece seguridad. Sabes exactamente cuánto vas a pagar cada mes, lo que facilita la planificación de tus finanzas. En cambio, con un tipo de interés variable tienes que estar preparado para que las cuotas mensuales suban, sobre todo si el tipo básico del Banco Central Europeo sube. Por ejemplo, supongamos que contratas una hipoteca de 150.000 euros a un tipo fijo del 2,19% durante dos años. Sus cuotas mensuales serían de 819,87 euros. Ahora supongamos que el tipo básico aumenta hasta el 4,19%, el nivel que tenía a finales de 2023. En este caso, las cuotas mensuales aumentarían a 1.474,23 euros, casi el doble.
Sus ingresos son inestables
Si tus ingresos son inestables, o eres un contratista que cambia frecuentemente de trabajo, una hipoteca a tipo fijo te ayudará a presupuestar más fácilmente. Puedes planificar tus finanzas sabiendo que las cuotas de tu hipoteca no cambiarán en los próximos años. Si tienes una hipoteca de tipo variable y los tipos de interés aumentan, siempre puedes intentar negociar un tipo de hipoteca más bajo con tu prestamista. Sin embargo, las entidades financieras no están obligadas a ofrecerte un mejor trato, sino que depende de ellas. Puedes evitar el estrés de tener que planificar constantemente tus finanzas y asegurarte de que puedes pagar la hipoteca cada mes si tienes una hipoteca a tipo fijo.
Los tipos de interés están subiendo
Siempre es mejor contratar una hipoteca a tipo fijo cuando los tipos de interés están bajos, ya que así se reduce el coste de la hipoteca asegurándote un tipo de interés bajo para todo el periodo que dure la devolución del préstamo hipotecario. Si, por el contrario, los tipos de interés están altos, deberías optar por un tipo variable, ya que es previsible que bajen y te puedas beneficiar en el futuro de mejores condiciones de las que hay en el momento que compras la vivienda. Aunque cabe apuntar que es importante ver en qué momento de la subida o la bajada de tipos se está. En los próximos meses y quizás años se prevé que los tipos sigan subiendo, por lo que un momento como el actual es buen momento para cerrar o renegociar una hipoteca de tipos fijo, para no depender de subidas de cuotas en relación al Euribor que tenemos con una hipoteca variable. La razón es sencilla: si los tipos siguen subiendo, pagarás un tipo más bajo con un tipo fijo y un tipo más alto con un tipo variable.
No quiere quedar atrapado
Cuando los tipos de interés suben, los propietarios que han optado por una hipoteca fija suelen quedar atrapados, sin poder rehipotecar para reducir sus pagos mensuales. Esto puede suponer un gran estrés para los propietarios que tienen dificultades para llegar a fin de mes. Por otro lado, los propietarios de viviendas con una hipoteca a tipo variable suelen poder rehipotecarse a un tipo más bajo. Esto significa que, aunque los tipos suban, podrán seguir pagando las cuotas mensuales de su hipoteca.
En resumen, contratar una hipoteca a tipo fijo tiene muchas ventajas, como la facilidad de solicitud, el bajo tipo inicial y el tipo garantizado durante todo el plazo de la hipoteca. Sin embargo, los tipos de interés que se ofrecen suelen ser más elevados que los de una hipoteca a tipo variable, y no se beneficiará de ningún cambio en el tipo de interés preferente del Banco Central Europeo. Si está pensando en contratar una hipoteca a tipo fijo, es importante planificar el futuro. Si los tipos de interés suben tras tu acuerdo hipotecario, ahorrarás dinero contratando un tipo fijo, pero si los tipos de interés bajan después de tu acuerdo hipotecario, pagarás mucho más cada mes de lo que habrías pagado con una variable. Si no estás seguro de cuál es la mejor hipoteca para ti, habla con un experto para que te ayude a tomar una decisión informada.