En este artículo te explicamos todo lo que debes saber sobre la cédula de habitabilidad, un documento de gran importancia en nuestro país que acredita que una propiedad puede ser habitada, vendida o alquilada.
La cédula de habitabilidad es un documento que certifica la adecuación de una vivienda para su uso como residencia habitual en España. Dicho de otro modo, garantiza que el inmueble cumple con todos los requisitos mínimos para ser habitado con seguridad y comodidad.
Este certificado lo emite la administración pública y, según la Ley 18/2007, debe exigirse al propietario de la vivienda a la hora de contratar y dar de alta suministros básicos como la luz, el agua o el gas, y también en el momento de realizar los trámites para alquilar o vender el activo.
De hecho, se recomienda que, antes de firmar un contrato de arrendamiento o de ir al notario para formalizar la compraventa, se compruebe que la vivienda dispone de alguno de estos tres tipos de cédula de habitabilidad:
- Cédula de habitabilidad de primera ocupación: la entrega el ayuntamiento al promotor de viviendas de obra nueva cuando nadie ha ocupado el inmueble con anterioridad.
- Cédula de habitabilidad de segunda ocupación: es necesaria cuando el inmueble ya existía y su cédula de primera ocupación debe ser renovada. Por ejemplo, en el caso de viviendas antiguas ya edificadas.
- Cédula de primera ocupación por rehabilitación: hay que solicitar este tipo de certificado cuando se realiza una rehabilitación importante en la vivienda.
Requisitos que se deben cumplir para obtener la cédula de habitabilidad
Para obtener la cédula de habitabilidad, la vivienda deberá contar con:
- Una superficie mínima de 30 metros cuadrados útiles, aunque esta cifra puede variar en España según la comunidad autónoma en la que esté ubicado el inmueble.
- Techos de una altura mínima de 2,5 metros en salones, dormitorios y cocinas, y de 2,2 metros en baños y pasillos.
- Una ventilación adecuada, ya sea a través de ventanas o de sistemas mecánicos.
- Una iluminación natural idónea.
- Posibilidad de acceso a suministros básicos como agua, electricidad y gas.
- Sistemas adecuados de evacuación de aguas residuales y de ventilación.
- Una buena accesibilidad o, dicho de otro modo, no tener barreras arquitectónicas que dificulten el acceso a personas con movilidad reducida.
¿Cómo y dónde se puede solicitar la cédula de habitabilidad?
La solicitud de la cédula de habitabilidad en España debe hacerse ante las autoridades competentes en materia de vivienda, que en la mayoría de los casos son los ayuntamientos.
Los trámites, plazos y costes para obtener la cédula de habitabilidad pueden variar según la comunidad autónoma, pero en general se siguen los siguientes pasos:
- Recopilar toda la documentación necesaria, que suele incluir un certificado de final de obra, una memoria de calidades, un plano de la vivienda, un certificado de instalación eléctrica y otro de instalación de gas (si es que se va a utilizar).
- Presentar la solicitud en el ayuntamiento correspondiente.
- Recibir al técnico que realizará la inspección de la vivienda y que verificará que el inmueble cumple con los requisitos necesarios para obtener la cédula de habitabilidad.
- Obtener el documento, cuyo coste puede oscilar entre los 50 y los 150 euros.
¿Cuándo caduca la cédula de habitabilidad?
El período de validez de la cédula de habitabilidad en España varía según la comunidad autónoma en la que esté situado el inmueble y su fecha de emisión:
- Cédula de habitabilidad de primera o segunda ocupación concedida antes de 2004: 10 años.
- Cédula de habitabilidad primera o segunda ocupación concedida entre 2004 y 2012: 15 años.
- Cédula de habitabilidad concedida a partir de 2013: 25 años (primera ocupación); 15 años (primera ocupación de rehabilitación); 15 años (segunda ocupación).
Te recomendamos que siempre consultes la normativa específica de tu región y que tengas presente que la cédula de habitabilidad caduca en la fecha indicada en el documento.
Es tu responsabilidad como propietario mantener al día su renovación para evitar posibles sanciones y problemas en futuras transacciones inmobiliarias. Recuerda que si la cédula de habitabilidad de tu inmueble está caducada, no podrás alquilarlo ni venderlo hasta que renueves el certificado.