Desde 2015 invertir en ladrillo ya no es sólo un privilegio para grandes patrimonios. En este artículo, te explicamos por qué la entrada de Housers ha cambiado las reglas del juego y cómo funciona su plataforma.
La digitalización ha llegado para quedarse en el real estate español. Uno de los mejores ejemplos de ello es el éxito que están teniendo las plataformas de crowdfunding inmobiliario, dirigidas a inversores no profesionales, que manejan cantidades modestas de dinero y que quieren diversificar su apuesta en varios activos.
Actualmente, en España existen medio centenar de iniciativas de financiación participativa de este tipo. En 2019, supusieron el 20% de la inversión realizada en nuestro país en el sector del real estate, con cerca de 40 millones de euros. Está claro que a estas alturas ya podemos considerarla como una forma de hacer negocio más que consolidada, pero fue Housers la empresa que sentó precedente.
¿Qué es Housers?
En 2015 Álvaro Luna y Antonio Brusola fueron los primeros valientes que se lanzaron a la piscina del crowdfunding inmobiliario con su propia plataforma. Esta start-up arrancó cuando el concepto de financiación colaborativa aún no contaba ni con una ley que lo regulara. Pero el objetivo de sus fundadores estuvo claro desde el principio: cambiar las reglas del juego para que no sólo los grandes patrimonios pudieran invertir en ladrillo.
De hecho, Housers permite a sus usuarios realizar inversiones desde 50 euros (100 euros en el caso de los proyectos publicados después del 29 de marzo de 2021), poniéndolos en contacto con promotores o constructores inmobiliarios que, previamente, han pasado los filtros de la plataforma. Cuando el activo empieza a dar sus frutos, el promotor devuelve el dinero prestado a estos pequeños inversores, con la rentabilidad que se había pactado en un inicio.
A día de hoy, Housers dispone de más de 300 proyectos inmobiliarios repartidos entre Portugal, Italia y España, y una inversión acumulada de más de 120 millones de euros. La plataforma, que está autorizada por organismos reguladores como la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), cuenta con una comunidad de cerca de 130.000 personas registradas.
El usuario promedio de Housers tiene entre 35 y 45 años, y una inversión de, aproximadamente, 6.000 euros repartida entre un máximo de diez proyectos. Los activos que más interés suscitan son las viviendas unifamiliares ubicadas en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Milán o Lisboa.
Con más de un centenar de proyectos cerrados hasta la fecha, Housers ha conseguido generar a los inversores una tasa media de rentabilidad del 8,4%. Este es uno de los grandes alicientes para muchos de sus usuarios, que ya no se sienten atraídos por mercados tradicionales como la bolsa por los tipos de interés y la poca rentabilidad que ofrecen.
¿Cuál es el proceso para invertir en Housers?
Darse de alta en Housers es un proceso totalmente gratuito. Sólo los inversores acreditados no tienen límite a la hora de invertir; si este no es tu caso, no podrás destinar más de 3.000 euros por proyecto ni tampoco invertir más de 10.000 euros en un periodo de doce meses.
El segundo paso es ingresar el dinero en tu cuenta de Housers mediante transferencia o a través de tarjeta de crédito. Una vez completado este paso, ya podrás escoger entre diferentes tipos de oportunidades: de préstamos (inversión, tipo fijo y ahorro) y de equity.
Un aspecto importante a destacar es que quien marca la estrategia de inversión en la plataforma es siempre el usuario. Él es el encargado de decidir qué activo le interesa y qué cantidad está dispuesto a aportar. Todo apunta a que la clave del éxito para reducir al máximo el riesgo es la diversificación: siempre será mejor destinar 1.000 euros a diez proyectos distintos que 10.000 a uno en concreto.
Los beneficios se reciben en concepto de intereses o dividendos, dependiendo del tipo de oportunidades en las que se haya invertido, y se reparten dentro de los diez primeros días hábiles de cada mes. Una de las novedades que Housers anunció a finales de marzo es que las inversiones ya no tendrán ninguna comisión a favor de la empresa (antes era del 10% por reparto de intereses o beneficios).
El bitcoin entra en el real estate
Durante este primer semestre de 2021, Housers ha cerrado una ronda de medio millón de euros, ha dado entrada a tres nuevos inversores en la compañía, y se ha despedido de Antonio Brusola, que ha decidido abandonar el barco. Pero la cosa no acaba aquí. La empresa también ha comunicado que, a partir de mayo, los usuarios de la plataforma ya pueden realizar sus inversiones con bitcoin.
Esta nueva funcionalidad, que ha sido posible gracias al acuerdo con la empresa Criptan, es totalmente pionera en el real estate español. Hasta ahora ninguna plataforma de crowdfunding inmobiliario ofrecía esta opción. Con todo, pagar con esta moneda conllevará una comisión del 1,95% del importe total de la operación para el usuario.
Habrá que ver si el resto de plataformas de financiación corporativa copian esta iniciativa. Lo que sí es seguro es que 2021 será un buen año para la expansión del sector a todos los niveles debido a la gran demanda de productos de inversión y al hecho de que en noviembre entrará en vigor la nueva regulación de crowdfunding en el conjunto de la Unión Europea.