En España, según datos de Fotocasa Research, el 1% de los propietarios cuenta con alguna vivienda destinada al alquiler vacacional. Hablamos de un porcentaje que se ha mantenido estable desde 2019, aunque cada vez hay más arrendatarios interesados en esta opción.
La rentabilidad es el motivo principal que impulsa a estos propietarios (en su gran mayoría, personas que rozan los 50 años y que disponen de uno o más activos en el centro de ciudades como Barcelona o Madrid) a alquilar su inmueble como vivienda turística.
Si alguna vez te habías planteado entrar en este mercado, a continuación, te damos algunos consejos para que puedas hacerlo de manera legal y cumpliendo con las normativas vigentes.
¿Qué has de tener en cuenta para poner tu vivienda en alquiler vacacional?
Definición de alquiler turístico o vacacional
Según la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), se considera vivienda de alquiler vacacional aquella que cumple con estas características:
- Su comercialización se lleva a cabo por canales o plataformas especializadas como, por ejemplo, Airbnb.
- Pueden implementarse servicios adicionales: limpieza, lavandería, etc.
- La disponibilidad de la vivienda ha de permitir un uso inmediato.
- Los ayuntamientos y comunidades autónomas, como veremos en el siguiente punto, podrán establecer los requisitos legales que consideren oportunos.
- Las estancias son más reducidas que las del alquiler de temporada, no superando normalmente los 30 días.
Legislación: diversidad de normativas, pero ciertos requisitos comunes
Es importante destacar que, en cuanto a alojamientos turísticos, no existe una legislación homogénea en todo el territorio español. Cada comunidad autónoma tiene sus normativas en materia de alquiler turístico.
Algunas regiones, como las zonas costeras, Madrid y Barcelona, cuentan con una legislación específica, mientras que otras se rigen por la LAU en ausencia de regulaciones propias.
Sin embargo, existen ciertos requisitos básicos que deben cumplir las viviendas vacacionales y que aplican para todo el territorio español:
- Disponer de cédula de habitabilidad o licencia de primera ocupación.
- Alquilar la vivienda completamente amueblada y equipada con utensilios necesarios para el inquilino.
- Proporcionar al inquilino un teléfono de contacto en caso de emergencia.
Obligaciones fiscales
Por último, en función de si eres un particular o un profesional (gestor o plataforma) que alquila la propiedad, deberás declarar las ganancias generadas en el IRPF o declarar el IVA, respectivamente. Las tasas de IVA pueden variar del 10% al 21%, dependiendo de la comunidad autónoma y la naturaleza del alquiler. En algunas regiones, como Cataluña, también se requiere liquidar la tasa turística o el Impuesto sobre las estancias en establecimientos turísticos (IEET).
El alquiler vacacional en España puede convertirse en un negocio rentable para muchos propietarios, pero también conlleva responsabilidades legales y fiscales que deben cumplirse rigurosamente.
Es fundamental conocer la regulación específica de tu comunidad autónoma, inscribir adecuadamente la vivienda en el Registro de Viviendas Turísticas si es necesario, y siempre declarar los ingresos de manera precisa. No cumplir con estas obligaciones puede conllevar sanciones y la prohibición de volver a alquilar tu vivienda con fines turísticos en el futuro.