Compartir piso

10 soluciones para repartir los gastos al compartir piso

Siete de cada diez inquilinos de pisos compartidos son menores de 35 años. Esta tendencia se ha visto incrementada en los últimos años debido al elevado coste del alquiler en muchas ciudades y la dificultad que tienen los jóvenes para el acceso a la vivienda.

¿Cómo se reparten los gastos en un piso compartido? Hoy te traemos este artículo en el que te presentamos 10 soluciones que te facilitarán compartir gastos con tus compañeros de piso, de forma justa y equilibrada.

Establecer una organización y reglas claras desde el comienzo para facilitar la convivencia

Si decides compartir piso con amigos o desconocidos, es importante establecer una organización y unas reglas claras desde el comienzo para evitar problemas a largo plazo. Esto incluye acordar quién hará qué tareas domésticas y cuánto dinero se destinará a los gastos generales.

El tema del dinero es un asunto esencial a tratar, ya que puede ser una fuente importante de discusiones. Por ello, te ofrecemos 5 fórmulas eficaces para repartir los gastos entre los inquilinos:

1. Repartir equitativamente todos los gastos

En primer lugar, existe la opción más sencilla: repartir equitativamente todos los gastos entre todos los inquilinos. Esta fórmula resulta práctica si hay varias personas compartiendo la misma vivienda y no hay diferencias significativas entre sus ingresos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que aquellos inquilinos con mayores ingresos tendrán que contribuir con más dinero para compensar las diferencias salariales.

2. Repartir proporcionalmente según ingreso individual

Otra opción consiste en repartir proporcionalmente según el ingreso individual de cada inquilino. Esto significa que aquellos con mayores ingresos tendrán que contribuir con más dinero para cubrir los gastos generales de la vivienda. Esta fórmula resulta intuitiva y justa para aquellas situaciones en las que hay grandes diferencias salariales entre los inquilinos.

3. Asignar responsabilidades individuales

Una tercera alternativa consiste en asignar responsabilidades individuales a cada inquilino. Por ejemplo, uno se encargaría del recibo del agua o la luz; otro del internet; etcétera. De esta forma, cada persona se haría cargo únicamente de su partida presupuestaria sin tener que preocuparse por otros gastos generales comunes a todos los inquilinos (comida, limpieza…).

Compañeros de piso compartiendo la cena

4. Crear un fondo común

Otra posibilidad consiste en crear un fondo común al que todos contribuyan igualmente y del cual se saque dinero para cubrir todos los gastos generales (comida, limpieza…). Cada mes o trimestre se podrían realizar transferencias bancarias entre todos los miembros para mantener este fondo común actualizado y evitar problemas futuros por impagos o retrasados en pagares.

5. Hacerse cargo individualmente de determinados servicios

Finalmente, existen aquellas situaciones en las que no resultan prácticables ni justificables ninguna de las anteriores fórmulas (por ejemplo cuando hay grandes diferencias salariales). En este caso lo mejor sería hacerse cargo individualmente de determinados servicios (luz, agua…) sin necesidad de repartirlo entre todos los miembros del hogar. De esta forma nadie tendría ninguna obligación financiera hacia otros miembros pertenecientes al grupo familiar/amiguero/desconocido/etcétera con el objetivo final de evitar conflictividad innecesaria entre ell@s mism@s.

Grupo de amigos cocinando juntos en casa
Grupo de amigos cocinando juntos en casa

6. Establecer un presupuesto mensual

Consiste en establecer un presupuesto mensual para los gastos generales y repartir el coste de acuerdo con las necesidades de cada uno. Por ejemplo, si un inquilino utiliza más agua que otro, tendrá que pagar una parte proporcionalmente mayor del recibo del agua. De esta forma, se asegura una distribución justa de los gastos.

7. Hacer una lista de gastos y dividirlos por número de habitantes

Hacer una lista de todos los gastos generales (luz, agua, internet, comida, limpieza, etc.) y dividirlos por el número de habitantes. De esta forma, se puede tener una visión clara de los gastos y repartirlos de forma equitativa.

8. Establecer un sistema de puntos

En este sistema, cada inquilino recibe un número de puntos de acuerdo con su ingreso y su contribución a los gastos generales. Al final del mes, se suman los puntos y se reparten los gastos proporcionalmente. De esta forma, se asegura una distribución justa de los gastos.

9. Utilizar una aplicación de gastos compartidos

Existen aplicaciones diseñadas específicamente para ayudar a repartir los gastos al compartir piso. Estas aplicaciones permiten crear un registro de gastos y repartirlos de forma automática entre los inquilinos. De esta forma, se evita el malentendido y se asegura una distribución justa de los gastos.

10. Establecer un sistema rotativo

En este sistema, cada inquilino se hace cargo de los gastos generales en turnos rotativos. De esta forma, todos los inquilinos tendrán la oportunidad de contribuir a los gastos y evitar la carga financiera en una sola persona. Además, esta fórmula promueve la igualdad y la colaboración entre los inquilinos.