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Seguro de hogar: 5 preguntas con respuesta

Una vivienda suele estar expuesta a multitud de contratiempos y es por eso que contratar un seguro de hogar es una práctica muy recomendable.

Una vivienda suele estar expuesta a multitud de contratiempos y es por eso que contratar un seguro de hogar es una práctica muy recomendable. Sigue leyendo si no tienes claro cuáles son las coberturas esenciales de un seguro de vivienda o qué factores influyen en su precio.

Con la compraventa de una vivienda, llegan las primeras dudas. Una de ellas es la contratación de un seguro de hogar: ¿vale o no la pena? En España, siete de cada diez personas contratan esta póliza para estar tranquilos ante cualquier imprevisto y proteger al máximo la inversión inmobiliaria que han realizado. A continuación, damos respuesta a las cinco preguntas más frecuentes que los propietarios de un inmueble suelen hacerse a la hora de asegurar su vivienda.

¿Es obligatorio contratar un seguro de hogar?

No es obligatorio, salvo que tu vivienda esté hipotecada. Si has pedido un préstamo para pagar tu inmueble, sí que tendrás que asegurarlo, al menos con una cobertura de protección básica, tal y como establece el Real Decreto 716/2009 en su artículo 10.

Ahora bien, desde 2014 no tienes por qué contratar tu seguro de hogar en el banco en el que has pedido la hipoteca. De hecho, la primera Directiva Europea sobre Hipotecas prohíbe expresamente la vinculación entre seguros y préstamos hipotecarios, y ofrece total libertad a los ciudadanos para que escojan la compañía aseguradora que prefieran. 

¿Por qué se recomienda contratar un seguro de hogar?

Aunque se trata de una decisión totalmente voluntaria (siempre y cuando la vivienda no esté hipotecada), contratar un seguro de hogar es muy recomendable, tanto si cuentas con un inmueble en propiedad o en régimen de alquiler.

En primer lugar, este tipo de pólizas garantizan la protección de tu vivienda, objetos de valor y pertenencias. Los seguros de hogar te ayudan a estar un poco más tranquilo y a hacer frente a incidencias inesperadas como, por ejemplo, averías o daños provocados por condiciones meteorológicas adversas o, incluso, actos vandálicos, sin que suponga ningún coste extra para tu bolsillo.

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Además, incrementan tu protección frente a terceros. No olvides que una posible avería en tu vivienda o cualquier otro desperfecto asociado a tu activo puede desembocar en la generación de daños involuntarios a otras personas, inmuebles u objetos. Si esto ocurre, estarás expuesto a la obligación legal de reparar los daños provocados o de afrontar una indemnización económica en favor de la persona afectada si ésta decide interponer una denuncia. Ante esta situación, tu compañía aseguradora puede hacerse cargo de este coste.

¿Cuáles son las coberturas esenciales de un seguro de hogar?

Las coberturas del seguro de hogar más importantes son:

  • Protección básica: se trata de una garantía fundamental en el seguro de hogar, necesaria para actuar ante los imprevistos que surjan en tu vivienda (incendios, inundaciones, actos de vandalismo o daños eléctricos, entre otros).
  • Daños por agua: las goteras, roturas o filtraciones de alguna cañería son algunos de los problemas más comunes que sufren los propietarios de una vivienda.  Es por este motivo que una de las coberturas esenciales del seguro de hogar es la de daños por agua, que garantiza la reparación en caso de escapes o desbordamientos de agua.
  • Responsabilidad Civil: este tipo de cobertura es de utilidad cuando tus actos o siniestros afectan de forma material o física a un tercero y debes responder con indemnizaciones, costes judiciales o fianzas.
  • Defensa Jurídica: con esta cobertura, la aseguradora pone a tu disposición abogados y profesionales jurídicos, y asume gastos notariales y costas judiciales para ocuparse de diferentes asuntos legales.

¿Qué factores influyen en el precio de un seguro de hogar?

El precio es el principal freno para aquellos que finalmente deciden prescindir del seguro de hogar. El coste de esta póliza no es siempre el mismo para todos los clientes, sino que varía según las características de la vivienda y la incorporación de coberturas opcionales.

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En primer lugar, la tasación del continente (el propio inmueble y todo lo referente a su estructura y suministros) determina en gran medida el coste del seguro. Los factores que se tienen en cuenta son:

  • La antigüedad del activo, que contempla el año de construcción de paredes, cimientos y techo, y si se ha realizado alguna reforma. Normalmente, cuanto más antigua es la vivienda, más probabilidades hay de que se produzca algún desperfecto y, por lo tanto, el seguro es más caro.
  • Los materiales usados para la construcción de la vivienda. El precio de la póliza también aumenta cuando los materiales son de mayor calidad, ya que en caso de siniestro, la reparación o sustitución será más cara.
  • El tamaño del inmueble: a más metros cuadrados, más elevada será la prima del seguro.
  • Instalaciones adicionales de uso privado que puedan contener la vivienda y que aumentan las probabilidades de que se produzca algún contratiempo: jardines, piscinas, pistas de tenis, vallado, ascensores, garajes, etc.
  • La ubicación del activo. La aseguradora incrementa el coste de la póliza si el inmueble se encuentra en zonas con mayor riesgo atmosférico o con un alto índice de robos.

En segundo lugar, el contenido (todos los bienes que tienes dentro de tu hogar) también es clave para fijar el coste de la póliza. En este caso es la persona que contrata el seguro quien determina el valor de los enseres que hay dentro de la vivienda: mobiliario, electrodomésticos, objetos personales, etc. Cuanto menos contenido se tenga, menor será el precio del seguro.

Por último, otros factores relevantes para la compañía aseguradora son el uso que se le da a la vivienda (será más costoso el seguro de hogar de un inmueble de uso habitual que el de una segunda residencia) y el número de personas que habitan en la casa.

¿Y qué sucede con el alquiler?

En cuanto al alquiler, tampoco es obligatoria la contratación de un seguro de hogar para los inquilinos. Con todo, es recomendable contar con una póliza de este tipo para evitar problemas entre arrendatario y arrendador si se producen daños en el inmueble.

Algunos propietarios establecen como requisito imprescindible para cerrar el acuerdo la contratación de un seguro de hogar. Esto, a su vez, suele generar muchas dudas, ya que existen distintas modalidades; por ejemplo, el dueño del inmueble puede tener asegurado el continente del activo, pero no el contenido. Por este motivo, antes de entrar a vivir en una vivienda de alquiler, es importante preguntar al propietario qué tipo de cobertura tiene contratada.