contratos de arrendamiento

Tipos de contratos de arrendamiento

Hay varios tipos de contratos de alquiler. Está el contrato de arrendamiento residencial, el contrato de arrendamiento con opción de compra y el contrato de temporada. También existe el contrato de turismo.

La mayoría de los contratos de arrendamiento son por un periodo de tiempo determinado, comúnmente conocido como plazo de arrendamiento. Los tipos de contratos de arrendamiento más comunes de arrendamientos que se ofrecen a los arrendatarios son:

¿Qué es un contrato de arrendamiento?

Un contrato de arrendamiento es un documento que establece las obligaciones y derechos de ambas partes en una relación de arrendamiento. El propietario del inmueble es el “arrendador”, mientras que el inquilino es el “arrendatario”.

En la mayoría de los casos, el contrato de arrendamiento se celebra por un período determinado, comúnmente conocido como “plazo”, aunque también existen contratos de arrendamiento a largo plazo o “contratos vitalicios”. Al finalizar el plazo, ambas partes deben acordar voluntariamente la renovación del contrato o bien, el arrendatario puede optar por abandonar el inmueble.

Los tipos de contratos de arrendamiento más comunes

  • Contrato de arrendamiento residencia
  • Contrato alquiler con opción a compra
  • Contrato temporada
  • Contrato turístico

Contrato de arrendamiento residencial

Se trata del tipo más común de contrato de arrendamiento y se refiere a aquellos que tienen por objeto la cesión del uso y disfrute de una vivienda para fines habitacionales. En este caso, el propietario se compromete a mantener el inmueble en buen estado y a cubrir todos los gastos derivados del mismo, tales como la reparación de averías o daños causados por el desgaste natural. Por su parte, el inquilino se compromete a utilizar adecuadamente la vivienda y a pagar puntualmente el importe acordado en concepto de alquiler.

Contrato alquiler con opción a compra

En el contrato de alquiler con opción a compra el arrendatario tiene la opción, pero no la obligación, de adquirir el inmueble al finalizar el plazo del contrato. En este caso, suele estipularse un precio fijo para la venta del inmueble, lo que permite que el inquilino se asegure un precio en caso de decidir ejercer la opción de compra.

Contrato temporada

Los contratos temporada suelen utilizarse en aquellos casos en los que se necesita disponer de una vivienda para un uso específico y temporal. Por ejemplo, cuando se va a realizar un trabajo en otra ciudad durante un determinado periodo de tiempo o si se va a estudiar fuera durante un curso académico. En este tipo de contratos, suele establecerse un precio más elevado que en los contratos tradicionales debido a la temporalidad del mismo.

Contrato turístico

Los contratos turísticos tienen como objeto la cesión del uso y disfrute de una vivienda por parte de personas que viajan con fines turísticos o vacacionales. En este caso, suele ser el propietario quien se encarga de proporcionar todos los servicios necesarios para hacer posible la estancia del inquilino, como por ejemplo, el suministro de ropa blanca o el desayuno diario.