El aire acondicionado se ha convertido en un elemento imprescindible en muchos hogares, sobre todo en estos meses de verano y en zonas con climas extremadamente calurosos.
Contar con un sistema de enfriamiento eficiente a menudo aporta comodidad y bienestar, aunque es importante elegir cuál es más adecuado en cada caso. En este artículo, exploraremos los tipos de aire acondicionado que se pueden instalar en una vivienda y también te daremos algunos consejos para ahorrar en la factura de la luz.
Principales tipos de aire acondicionado para viviendas
Aire acondicionado centralizado
Este tipo de sistema es ideal para casas grandes o espacios con varias habitaciones. Se trata de una unidad centralizada que distribuye el aire frío a través de conductos, manteniendo una temperatura uniforme en todas las áreas.
Eso sí, el aire acondicionado centralizado requiere de una instalación profesional y es más costoso, pero suele ser más eficiente en el consumo de energía a largo plazo, es totalmente silencioso y es capaz de realizar una distribución del aire más agradable.
Aire acondicionado tipo split
Una opción cada vez más popular debido a su facilidad de instalación y versatilidad es el aire acondicionado tipo split. Consta de dos unidades: una interior que se coloca en la habitación y una exterior que se coloca en la fachada o en el balcón de la vivienda y que expulsa el aire caliente.
Es un sistema eficiente, silencioso, que ofrece un control individualizado de la temperatura para cada espacio de la vivienda. Existen, además, una gran variedad de tamaños, lo que lo convierte en una buena opción para distintas tipologías de hogares.
Aire acondicionado portátil
Estas unidades son fáciles de poner y no requieren de instalación permanente. Son ideales para segundas residencias, apartamentos pequeños o para quienes viven de alquiler y no pueden realizar obras en la vivienda.
Ahora bien, los tres principales inconvenientes de los aires acondicionados portátiles son su poco rendimiento y eficiencia, en comparación con otros sistemas que requieren de instalación; el ruido que generan, y el espacio que ocupan.
Aire acondicionado de ventana
Por último, el aire acondicionado de ventana es una de las opciones más clásicas y económicas. Los modelos que se pueden encontrar actualmente en el mercado no sobrepasan potencias de uso doméstico, por lo que son un tipo de sistema destinado a enfriar el aire de un local pequeño o de una habitación determinada.
El procedimiento es sencillo: se instala en una abertura de la ventana y combina tanto la unidad de enfriamiento como el compresor. Su eficiencia puede variar según el modelo y la ubicación de la vivienda.
Cómo ahorrar al usar el aire acondicionado en verano
Una vez ya sabes cuál es el sistema que mejor se adapta a tu situación y vivienda, es el momento de conocer algunas recomendaciones para poder ahorrar al usar el aire acondicionado en verano:
- Mantén un adecuado aislamiento: asegúrate de que tu vivienda esté bien aislada para evitar la pérdida de aire frío y la entrada del calor exterior. Ventanas con doble acristalamiento, cortinas gruesas y burletes en puertas y ventanas pueden ayudar a mantener la temperatura interna estable.
- Utiliza termostatos programables: los termostatos programables te permiten establecer horarios de funcionamiento y temperaturas específicas para diferentes momentos del día. Esto evita que el aire acondicionado funcione innecesariamente y te ayuda a ahorrar energía cuando no estás en casa.
- Mantenimiento regular: limpia o cambia los filtros del aire acondicionado con regularidad, ya que los filtros sucios reducen la eficiencia del equipo y aumentan el consumo de energía. Asimismo, realiza un mantenimiento anual para asegurarte de que el sistema funciona correctamente.
- Optimiza el uso del ventilador: utiliza ventiladores de techo o portátiles para que el aire frío circule por la habitación. Esto permitirá que el aire acondicionado funcione de manera más eficiente al distribuir el frío de manera uniforme.
- Aprovecha el aire fresco del exterior: durante las horas más frescas del día y la noche, apaga el aire acondicionado y abre las ventanas para enfriar la casa de forma natural.
- Mantén una temperatura moderada: no es necesario mantener la vivienda a una temperatura excesivamente fría. Apuesta por una temperatura de entre 22°C y 25°C; cada grado de enfriamiento adicional aumentará el consumo de energía significativamente.
Siguiendo estos consejos y eligiendo el tipo de aire acondicionado más adecuado para tu vivienda, podrás disfrutar de un ambiente fresco y cómodo durante los meses más calurosos del año (¡sin que ello suponga un aumento excesivo del gasto energético!).