pisos tutelados

Pisos tutelados: una alternativa para vivir con mayor autonomía y todas las facilidades

Los pisos tutelados son una opción muy recomendable para personas mayores y adultos con discapacidad que quieran vivir con autonomía y libertad y, a su vez, tener acceso a todos aquellos servicios que necesitan.

¿Qué son los pisos tutelados?

Los pisos tutelados son viviendas agrupadas que ofrecen un servicio de atención integral a personas mayores o a adultos con alguna discapacidad física o intelectual que tienen un elevado nivel de autonomía, pero que aun así necesitan cierto apoyo o supervisión para ser 100% independientes.

Monitora lee un libro en el jardín

Se trata de viviendas que suelen tener un modelo de mantenimiento autogestionado y, en ocasiones, servicio de ayuda a domicilio. Habitualmente, sus inquilinos forman parte de programas de atención y rehabilitación social, que requieren de atención por parte de profesionales de la salud.

Por las características y necesidades de las personas que viven en ellos, son inmuebles cuya concesión depende de las comunidades autónomas y ayuntamientos. Para considerarse pisos tutelados, además, deben:

  • Estar situados en suelo urbano.
  • Tener fácil acceso a equipamientos, servicios comunitarios y red de transportes públicos.
  • Disponer de entre cuatro y diez plazas, a pesar de que este número viene determinado en función de las condiciones y superficie de cada vivienda.

Asimismo, todas las viviendas tuteladas deben incorporar los siguientes servicios: 

  • Asistencia, apoyo o supervisión.
  • Alojamiento y manutención para los inquilinos.
  • Actividades comunitarias organizadas para fomentar la convivencia, la cooperación, la integración y la autoayuda.
  • Colaboración para la búsqueda de recursos específicos para los usuarios.

Pisos tutelados para personas con discapacidad

Las personas con discapacidad física o intelectual con un elevado grado de autonomía pueden optar a residir en tres tipos de inmuebles: viviendas tuteladas asistidas, viviendas tuteladas supervisadas, y viviendas supervisadas para promocionar la autonomía y el aprendizaje.

A grandes rasgos, la concesión de una vivienda tutelada para este colectivo está sujeta a:

  • Tener entre 18 y 50 años.
  • Estar en posesión de un Certificado de Discapacidad que acredite un grado de discapacidad igual o superior al 33%.
  • Presentar un alto nivel de autonomía personal.

A cambio de poder residir en un piso tutelado, sus inquilinos tienen que desarrollar ciertas funciones domésticas. Por ejemplo: garantizar que el lugar donde viven está limpio, repartirse las tareas del hogar y hacer la lista de la compra de forma conjunta y consensuada, etc. Gracias a esto, se consigue establecer unas rutinas y se mejora la capacidad organizativa de estas personas.

vivienda tutelada

En este sentido, las viviendas tuteladas no sólo facilitan a las personas con discapacidad el acceso a una atención y servicios especializados, sino que también les ayudan a saber convivir de forma estable con un grupo de personas ajenas a su entorno habitual y, de esta manera, reforzar su independencia, integración y autoconfianza.

Pisos tutelados para personas mayores

Los pisos tutelados también son una muy buena alternativa para personas mayores que quieren seguir siendo independientes y autónomas, pero que necesitan el apoyo y la atención de profesionales para realizar algunas actividades diarias.

Hablamos de un tipo de vivienda que surgió a principios de los años ochenta y que se puede comprar (generalmente, a través de la oferta privada) o alquilar (mediante gestión pública). Otra de las características de los apartamentos tutelados para personas mayores es que pueden ser individuales, dobles o triples, por lo que se pueden compartir en pareja, con un amigo, un hijo o con una persona en situación de dependencia.

Eso sí, los usuarios deben abonar una cuota mensual que incluye determinados servicios como, por ejemplo:

  • Cocina propia.
  • Servicio de lavandería.
  • Cafetería y restaurante.
  • Terrazas, jardines y piscina exterior.
  • Actividades culturales y de ocio.
  • Servicio médico y enfermería.
  • Zonas comunes: sala de televisión, gimnasio o biblioteca, entre otras.
  • Peluquería y podología.
  • Servicios religiosos.
  • Parking cubierto.
  • Red wifi.

Por último, los principales requisitos que deben cumplir las personas que quieran acceder a pisos tutelados son: tener más de 60 años, valerse por sí solos, declarar unos ingresos inferiores a 5,5 veces el IPREM, y carecer de alojamiento estable o habitar en pisos cuyas condiciones no sean las adecuadas.