La rentabilidad de una inversión inmobiliaria es algo que los compradores deben tener en cuenta antes de realizar cualquier transacción. Si se hace correctamente, puede asegurar que la inversión no solo sea rentable, sino también un éxito financiero para el futuro.
¿Qué es la rentabilidad?
En economía, la rentabilidad se refiere a los beneficios obtenidos por una persona o empresa después del desembolso necesario para realizar una actividad determinada. Esto significa que está calculado como el resultado neto (beneficio neto) dividido entre el capital total desembolsado.
Cálculo de la rentabilidad de las inversiones inmobiliarias
Calcular la rentabilidad de las inversiones en bienes raíces implica considerar todos los costos y gastos involucrados en adquirir, construir o vender dichas propiedades. Estos costos incluyen honorarios profesionales, impuestos sobre bienes raíces y otros gastos relacionados con el mantenimiento y administración de las mismas. Una vez calculados estos costos totales, hay que restarlos del ingreso bruto generado por la venta o arrendamiento del bien para obtener el beneficio neto.
Rentabilidad anualizada
Para evaluar mejor si una operación es interesante o no se suele calcular su Rentabilidad Anualizada (TIR), ya que facilita comparativamente distintas opciones ofreciendo información relevante sobre su retorno económico proyectado a lo largo del tiempo. La TIR anualiza los flujos monetarios positivos negativos que produce cada operación durante varios periodos evaluando así si existen más ganancias o pérdidas.
Factores clave a considerar
- Coste de entrada: Se trata del importe total requerido para comprar una propiedad determinada sin ninguna modificación previa . Esta cifra incluye todo tipo de gastos previos, desde el precio final pagado por el comprador, hasta los impuestos o derechos habitualmente aplicables al traspaso de un inmueble (notaria, registro).Incluye además los costes pagados por consultorías especializadas para la gestión del proceso de compra-venta.
- Costes de mantenimiento: Es el importe total gastado para cubrir gastos de mantenimiento de la propiedad, compensaciones que se de banal arrendador por la utilización de la misma, o cualquier otro coste relacionado con el mantenimiento del inmueble.
- Ganancias por alquiler: Se trata del beneficio obtenido por el arrendador por la propiedad; este cálculo se realiza descontando los costes de mantenimiento y tasas correspondientes.
- Beneficios por venta: La plusvalía obtenida en caso de vender la propiedad después del periodo en cuestión; se calcula descontando el precio original más los gastos derivados del servicio de gestión que realice un profesional independiente.
Cálculo del beneficio neto y de la rentabilidad final
Una vez que se han determinado todos los factores anteriores, el siguiente paso es calcular el beneficio neto. Esto se logra restando todos los costos y gastos asociados a la inversión inmobiliaria desde el ingreso bruto generado por arrendamientos o ventas. El resultado es el beneficio neto, que luego puede usarse para calcular la rentabilidad final.
Para calcularla rentabilidad final hay que dividir el beneficio neto entre el capital total invertido en dicha inversión inmobiliaria. El resultado es expresado como un porcentaje que se utiliza para hacer comparativas con otras operaciones financieras e inversiones y evaluar si el retorno es aceptable para el inversor.