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Cómo reformar tu vivienda de forma legal y sin salirte del presupuesto

Cada vez más personas se animan a reformar su vivienda con el objetivo de mejorar su calidad de vida. En este artículo, te explicamos qué debes tener en cuenta a la hora de acometer las obras en tu hogar de forma legal, segura y sin gastar más de lo previsto.

La experiencia del confinamiento sacó a relucir las deficiencias de muchos hogares españoles y disparó la demanda de reformas. De hecho, según un informe publicado por la Escuela Madrileña de Decoración, el 20% de la población encuestada reconoce haber llevado a cabo algún cambio superficial o estructural en su vivienda en 2020, mientras que el 32% pretende hacerlo a lo largo de este año.

Aunque hay reformas para todos los gustos, el 63% de las personas que han afirmado no estar del todo satisfechas con el inmueble en el que residen tienen muy claro sus prioridades: el 25,1% echa en falta más espacio; el 24,5% quiere una terraza o un balcón; al 20,6% le gustaría incorporar mobiliario adecuado para poder teletrabajar de manera más cómoda, y el 17,7% se conformaría con disponer de más luz natural. 

¿Qué aspectos de tu casa has echado en falta durante 2020, coincidiendo con la pandemia?

¿Qué aspectos de tu casa has echado en falta durante 2020, coincidiendo con la pandemia?
¿Qué aspectos de tu casa has echado en falta durante 2020, coincidiendo con la pandemia?

Fuente: Cambios en el hogar en 2020 y perspectivas para 2021, Escuela Madrileña de Decoración.

Además, la pandemia ha aumentado la capacidad de ahorro de los hogares y esto ha podido favorecer que muchos ciudadanos se animen a romper la hucha para acometer mejoras en su vivienda. En este sentido, de acuerdo con el estudio, mientras que el 53,4% de los encuestados no están dispuestos a invertir más de 5.000 euros en reformas, el 46,6% restante ve razonable destinar una cantidad superior a esta causa.

Está claro que los españoles tienen ganas de sacar el máximo partido a sus activos inmobiliarios y que muchos de ellos cuentan con dinero suficiente para lograr su deseo. Ahora bien, antes de iniciar una reforma en el hogar, existen ciertos detalles que no debes pasar por alto.

Tipos de licencias para reformar tu hogar

Lo primero que debes tener claro es si vas a llevar a cabo un cambio superficial o estructural en tu inmueble. En el caso de que se trate de un cambio estructural, contrata los servicios de un arquitecto técnico para que te asesore sobre el procedimiento a seguir y la normativa vigente que debes cumplir. Ten en cuenta que, para acometer ciertas mejoras en tu vivienda, deberás solicitar un permiso de obra al ayuntamiento. Los hay de tres tipos:

Acto comunicado

Destinado a pequeñas reparaciones que no suponen una alteración estructural del activo como, por ejemplo, cambios en la instalación de fontanería, electricidad o calefacción (esto varía según cada municipio). El permiso suele concederse automáticamente una vez se ha informado al consistorio de la realización de las obras, ya sea de manera presencial o telemática. Normalmente, se adjunta un plano y presupuesto de la reforma, la descripción de la actuación y el documento de autoliquidación de los impuestos correspondientes.

Licencia de obra menor

Necesaria para acometer obras que no afectan a la estructura de la vivienda y que no suelen precisar de proyecto técnico, ya que nunca derivan en el derribo de paredes, techos o suelos. Según el grado de complejidad, dentro de la categoría de licencia de obra menor, podemos encontrar reformas por las que no hay que pagar ninguna tasa y reformas por las que sí que hay que abonar un impuesto.

Licencia de obra mayor

Permiso que debe pedirse para acometer reformas que pueden afectar a la estructura de la vivienda y que requieren del proyecto técnico de un arquitecto: acondicionamiento integral de un local comercial, rehabilitación de las fachadas de un bloque de viviendas, etc.

Estas licencias te permiten realizar la reforma en tu vivienda de manera legal y sin contratiempos. Debes tener muy presente que, si no solicitas el permiso adecuado, el ayuntamiento puede abrirte un expediente administrativo con el que podrá: paralizar las obras, imponerte una sanción económica por no haber presentado la documentación pertinente y, en el peor de los escenarios, obligarte a derribar el trabajo realizado para devolver el inmueble a su estado inicial.

Además, recuerda que la tasa que grava las obras y reformas es el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO). Cada ayuntamiento fija en sus ordenanzas fiscales la cuantía, que suele oscilar entre el 4% y el 6% del total del presupuesto, y que puede venir acompañada de otras tasas que algunos municipios suelen exigir por prestación de servicios.

Acierta con el presupuesto de tu reforma

Un aspecto igual o más importante que saber qué tipo de licencia debes pedir para llevar a cabo la reforma de tu vivienda es contratar el presupuesto adecuado. Los expertos coinciden en que, antes de cerrar un acuerdo, es aconsejable contar con un mínimo de tres propuestas de proyecto y haber realizado una reunión en persona con cada uno de los posibles candidatos. Si puedes, busca referencias de otros propietarios, te ayudarán a salir de dudas, y prueba alguna de las aplicaciones gratuitas que hay en Internet para calcular el precio de tu reforma.

Cuando ya hayas tomado la decisión, acota el presupuesto inicial desde los grandes gastos del proyecto hasta el último céntimo, y divide los pagos en tres partes: el primero al comienzo de la obra, el segundo durante el transcurso de la reforma y, el último, una vez se haya finalizado el trabajo. Cualquier gasto extra deberá estar incluido en una de las tres partidas y te ahorrarás sorpresas en el momento de la despedida.

Por último, no olvides que, siempre que realices una reforma en tu vivienda, es fundamental que solicites un comprobante en el que aparezca el presupuesto pactado y los puntos que guiarán la obra. Además, recuerda pedirle la factura a la empresa responsable de las obras con los datos básicos: CIF de la compañía, domicilio, detalle de todos los trabajos realizados, fecha de emisión, precio neto y firma. Sólo si dispones de esta documentación, podrás reclamar la garantía en caso de que surja algún desperfecto.

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